2022-Articulo de Inmaculada Glez Carbajal García, en Tribuna libre, Revista del ICOM

Articulo escrito por la Presidenta de la Fundación El Pájaro Azul: Inmaculada Glez-Carbajal Garcia, en  TRIBUNA LIBRE, de  la Revista del Ilmo. Colegio Oficial de Médicos de Asturias, sobre el Auge de las Literaturas africanas:

«Se ha concedido el premio Nobel de Literatura 2021 al escritor Abdulzarak Gurnah, de origen tanzano y residente en Londres. Ya son cinco los africanos galardonados con este prestigioso premio, pues antes que él lo consiguieron, en primer lugar, el nigeriano Wole Soyinka (1986), dos años después el egipcio Naguib Mahfuz, en 1991 la sudafricana Nadine Gordimer y a principios del siglo XXI, en 2003, el sudafricano John Maxwell Coetzee, aunque nacionalizado australiano. Podrían haber sido muchos más los africanos condecorados por la Fundación Nobel porque las literaturas africanas han dado muestra de su calidad en muchas ocasiones. África es un continente en el que la transmisión de la historia y de los numerosos géneros literarios se ha producido principalmente de modo oral pero a lo largo del siglo XX y en las dos décadas del XXI, la palabra escrita cobra mayor protagonismo y sustituye a aquella que amenizaba e instruía a diversas generaciones de africanos alrededor de un fuego que  iluminaba sus rostros. Mujeres y hombres destacaban por su oratoria y conocimientos ancestrales, pero ahora, como consecuencia de la modernidad, son reemplazados por escritores que publican en sus lenguas maternas o en las europeas, adquiridas con la llegada de los colonos, y que han hecho también suyas, creando relatos que describen su cotidianidad o mediante los que denuncian hechos condenables, como la corrupción política, los obstáculos que han de superar los emigrantes, las difíciles relaciones que mantienen con Europa o las carencias de un continente que a pesar de su riqueza padece los efectos de la pobreza.

Sin embargo, las obras literarias que caen en nuestras manos no son más que una mínima parte de las que se producen en África. Los obstáculos que deben vencer los escritores para publicar son numerosos y, además, en España son muy pocas las obras que son traducidas, así que no es fácil que los amantes de la lectura tengan la oportunidad de descubrir el valor de las letras africanas. La Fundación El Pájaro Azul, que con orgullo dirijo, intenta modestamente darlas a conocer. Por ello cada año organiza jornadas literarias en las que escritores de diversos países del continente vecino contribuyen a su difusión. Quizás no sean los más conocidos, ni los más premiados, pero no es necesario. Representan a numerosos autores que pretenden mostrar otras realidades y sentimientos universales. Ismael Diadié Haïdara, Bahia Mahmud Awah y Ali Salem Iselmu han expresado al público en los actos que celebramos el dolor que produce el exilio y en el caso del primero, el horror del yihadismo, que no solo ha puesto en peligro los más de doce mil manuscritos que custodia el fondo Kati de Tombuctú, sino su propia vida y la de sus vecinos. Roukiatou Bâ, la hija del célebre sabio maliense Amadou Hampâté Bâ, advierte desde su Fundación de la necesidad de proteger el valioso patrimonio oral africano, que puede desaparecer si no es salvaguardado con urgencia y así lo ha expresado en Oviedo cuando la invitamos. Oumou A. Traoré, Tanella Boni, Ángela Nzambi y Zahra Hasnaui han resaltado la importancia de la mujer en las literaturas africanas y reivindican el protagonismo en las sociedades actuales que por justicia le pertenece. Otros escritores benineses o ecuatoguineanos, como Agnès Agboton, Donato Ndongo-Bidyogo, Justo Bolekia o Remei Sipi han puesto de manifiesto en la capital asturiana el vigor de las letras africanas en español, reclamando mayor consideración hacia ellas. El camerunés Bonifi ce Ofogo, al igual de Abgoton, recuperan los cuentos orales y las leyendas y las reproducen, adaptándolas, a un público europeo y americano cuando se le brinda la ocasión en espectáculos orales, en los que la tradición sorprende en sociedades cada vez más alejadas de la transmisión de composiciones literarias y ritos de viva voz. En Asturias y en otras comunidades autónomas españolas, su elocuencia y dotes artísticas complacen a quienes asisten a sus espectáculos, aunque no comprendan en su totalidad el profundo sentido de los mensajes transmitidos. El pasado mes de octubre el egipcio Ahmad Abdullatif, la maliense Fatoumata F. Sidibé, la argelina Souad Hadij-Ali, entre otros, dirigieron junto a investigadores de la Universidad de Oviedo nuestra mirada a otras escrituras, a otras realidades que invitan al lector a asomarse a todos aquellos universos que ofrece la literatura. Mucho queda por presentar a esta Fundación, desde la nueva poesía, hasta el vigor de la novela y el teatro e incluso la atracción de la ciencia fi cción. Si los pastores peuls competían no hace mucho por sobresalir con los bellos poemas que componían y que les aseguraban la admiración de sus potenciales compañeras al regresar a la aldea con su ganado, en la actualidad los versos de los poetas destacan por su sensibilidad y belleza. La novela y el teatro son las hermanas más jóvenes de aquella literatura oral que incluso hoy coexiste con la escritura. La ciencia ficción atrae a los más jóvenes, que son un elevado porcentaje de población, porque la tecnología, a la que están tan apegados como la juventud europea, les conduce a imaginar otros mundos en los que tendrán mayor protagonismo.

Nos satisface saber que el premio Nobel de Literatura recae en un africano, pero más felices nos sentiremos el día en que los lectores hispanohablantes tengan la oportunidad de acceder con facilidad a obras literarias publicadas en África y cuando estas letras ya no sean tan desconocidas, de modo que podrán ser valoradas por su calidad y variedad.»